La disolución de las fronteras entre productores y consumidores, como consecuencia del impacto de las tecnologías de la información, permite la posibilidad de considerar a la tribu nómada digital como una corriente de colaboradores de destinos debido a que, además de realizar gastos típicos del consumo de un viajero, también suelen realizar la tarea de difusión y promoción de los mismos por la propia naturaleza de su estilo de vida. Por lo tanto, sus actividades en los destinos se pueden clasificar en dos categorías: actividades de promoción y actividades de consumo.
Los Nómadas Digitales como promotores de destinos
Son considerados promotores de destinos porque mediante su estancia cuentan con la capacidad casi innata de elaborar diariamente contenidos de valor sobre atractivos y emprendimientos turísticos que luego son difundidos en sus redes sociales, blogs, podcast y páginas webs.
Teniendo en cuenta que por lo general suelen contar con una considerable comunidad de seguidores, por lo cual se convierten en un agente emisor de imágenes de destinos con mayor efectividad, en muchas ocasiones, que los propios organismos públicos del destino.
Por otra parte, los integrantes de la tribu nómada digital también benefician a las economías locales porque suelen ser convocados a participar de eventos, talleres y charlas sobre diversas temáticas vinculadas al mundo digital y emprendedor que contribuyen con la capacitación de residentes, trabajadores y emprendedores del sector.
Los Nómadas Digitales como consumidores de destinos
Paralelamente, la tribu nómada digital es considerado un micro segmento de un nivel económico medio-alto que suele tener largas estadías. Por lo general acorde a la duración de sus visados, y no suelen ser ahuyentados por períodos de baja temporada aunque prefieren climas agradables.
Los atraen los destinos turísticos con atractivos naturales y culturales, una considerable oferta de ocio y un coste de vida razonable. Muchos suelen quedarse a vivir en destinos e invertir en algún tipo de negocio vinculado al sector de viajes o al sector digital.
Como contraparte demandan conectividad aérea y buena conexión a internet apta para desarrollar sus actividades en línea. Además de seguridad, sanidad, transporte público eficiente y espacios de co-work como cafeterías y bibliotecas.
Destinos y ciudades turísticas inteligentes
Como hemos podido apreciar en los puntos anteriores, el segmento de los nómadas digitales demanda una serie de elementos que no son ninguna novedad.
En este sentido las ciudades y los destinos turísticos de renombre mundial desde hace un tiempo se encuentran convirtiendo sus territorios en destinos turísticos inteligentes o en ciudades inteligentes. Las primeras con un enfoque inclinado hacia el mercado turístico y hacia la atracción de este tipo de tendencias. Las segundas con un enfoque más participativo de la población local. Ambas con la particularidad de intentar lograr un equilibrio entre lo tecnológico y lo sostenible, tanto en el espacio físico como en el espacio digital.
En la actualidad y como consecuencia de la pandemia ocasionada por el Covid-19 se podría agregar la seguridad sanitaria como nueva temática de gestión de carácter contingente.
Esto no es casualidad y mucho menos una novedad. Responden a estrategias globales y a la replicación de modelos de desarrollo de competitividad del viejo continente.
Ahora bien, en nuestra región ¿cómo se puede hablar de competitividad cuando no se realizan mediciones fehacientes que permitan mejorar las estrategias?
Muchos de los organismos públicos encargados de la gestión de destinos utilizan métodos de marketing del siglo pasado. O no cuentan con mecanismos de medición y otros siquiera cuentan con una planificación estratégica. La adopción de herramientas, técnicas y metodologías digitales permiten solucionar la mayoría de estas cuestiones.
La denominada huella digital de los turistas es una realidad, podemos realizar el seguimiento de los mismos desde el preciso instante en que se despierta su interés por un determinado destino.
Ya no alcanza con entregar folletos en ferias internacionales y rezar para que cada temporada los consumidores realicen llamadas de consulta en la etapa de elección de alternativas.
Ahora es necesario realizar su acompañamiento desde el inicio de su proceso de decisión de compra. Optimizando contenidos de valor en redes sociales y motores de búsqueda. Utilizando metodologías de conversión de leads que permitan ofrecer servicios, promociones y ofertas personalizadas. Y todo esto puede ser automatizado con lo que ello implica en cuanto a costos.
Son algunas de las medidas que se pueden utilizar gracias al marketing digital y que permiten eficiencia, eficacia, transparencia y rendición de cuentas. Es decir, una utilización sostenible de los fondos públicos.
Para algunos lectores esto puede sonar inocente, atrevido o quizás demasiado idealista pero como se ha llegado al final de este trabajo. A modo de cierre se puede tener una especie de indiscreción o pequeño margen de acción, todo depende del ojo con el que se mire y de la voluntad para abrirlo.
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