BLOG Y MARCA PERSONAL

El otro día prácticamente me dijeron bloggero, asumo que de forma despectiva, por el simple hecho de crear un blog (ah y una marca personal), una de las tantas herramientas que se utilizan en el mundo digital, que puede ser banalizado sino se comprende el proyecto en el cual se encuentra enmarcado, y todo esto por el simple hecho de ver un post en algún lugar de internet.

Me genera impacto porque es como que yo le dijera despectivamente youtuber a alguien que cuelga un video en youtube desconociendo, desde mis prejuicios, que quizás detrás de ese video de un minuto existe un trabajo que probablemente llevó semanas, meses o años.

El punto al que voy es que vivimos en una sociedad que tiene la mala costumbre de simplificar porque es más fácil que analizar los hechos en profundidad muchas veces criticando al otro para intentar sobresalir.

Un blog es una forma más de expresarnos con el otro y de ofrecerle contenidos de valor sin necesidad de encorsetarnos en formatos académicos con contenidos que nunca nadie lee. Que no suelen tener intención de recibir feedback y que la mayor parte del tiempo se encuentran impulsados por necesidades de reconocimiento más que por afán de ayudar a otros.

Es la oportunidad que los medios digitales nos proveen para dirigirnos sin tapujo y sin tener que ser “políticamente correctos” (hipócritas en otras palabras) hacia las audiencias o comunidades que creamos pertinente.

Es la oportunidad de crear contenidos de valor que toquen, que motiven y que despierten, sin la necesidad de sentirnos oprimidos por cualquier tipo de relación de poder existente en alguno de los ámbitos de nuestra vida cotidiana, pese a quien le pese.

Y esta especie de relación entre escritor y lector participativo se asienta aún más con la posibilidad de que el lector puede comunicarse mediante mensajes y ¿por qué no? con contenidos, co-creando. Pasando de tener audiencias pasivas a audiencias activas y la posibilidad de estimular a crear una comunidad entorno a una temática específica.

Por otra parte, tengo claro que al principio hablé de que no existen formatos, pero solo me refería a lo estrictamente académico por mi condición. Pero si queremos que determinadas audiencias nos encuentren y si queremos que nuestros contenidos tengan algún tipo de repercusión en ellas, debemos respetar ciertos requisitos para ser bien posicionados en las SERP´s de los motores de búsqueda como el de Google.

Y este tipo de requisitos suelen ser por ejemplo centrar el contenido en temáticas específicas de nuestro interés, en una sola palabra clave por post, que la misma tenga un alto caudal de búsquedas y en lo posible con un nivel de competencia relativamente bajo.

También debemos crear un contenido que proporcione valor, que sea constante y que facilite su indexación, por lo cual es necesario configurar todas aquellas acciones que fueron mencionadas en el apartado de SEO, me refiero a los títulos, los encabezados H, las meta descripciones, entre otras.

Paralelamente, resulta interesante apreciar como los blogs tienen una estrecha relación con el sector de viajes porque en definitiva un blog también puede ser concebido como una bitácora de viajes. Donde muchos de los primeros bloggers eran bloggers de viajes y la forma de crear “nuevas entradas” en WordPress (nuevos posteos que suelen desplazar a los posteos anteriores y principal diferencia respecto de las “páginas” que son estáticas) es igual a la forma de crear esa cronología de hechos como lo plasmaban los viajeros del pasado.

Ahora bien, crear contenido frecuentemente y de valor implica disciplina, perseverancia y probablemente más de un dolor de cabeza. Lo digo por experiencia.

Pero no hay que entregarse, ni que dejar que otros nos empujen a desistir o que tiendan a minimizarnos. Solo hay que seguir trabajando en esos contenidos y cuando menos uno lo espera comienza a surgir contenido de calidad y en buena cantidad.

En esta línea y si se busca efectividad se debe prestar atención a los detalles, como por ejemplo un título atractivo, una imagen llamativa, una buena historia que sea introducida rápidamente desde el primer párrafo, un desarrollo ameno del contenido, un objetivo concreto, un tamaño considerable y legible de la tipografía, una sección de comentarios, iconos de redes sociales y para finalizar una llamada a la acción que motive la participación del lector que puede ser un link, un botón de compartir, una suscripción o de algún otro tipo.

Pero después de todo esto ¿Qué tiene que ver la marca personal con el blog? La respuesta es simple.

Es muy probable que algunos de ustedes, en algún momento de sus vidas, se hayan encontrado con situaciones donde otros individuos absorben el valor que han creado y se lo apropian como si fueran hechos por ellos mismos viéndose beneficiados a costa de nuestro tiempo, esfuerzo y dedicación.

Vaya mi mensaje especialmente para todos aquellos estudiantes y trabajadores que se sientan identificados.

Un blog evita esas cuestiones, donde la marca para la cual trabajamos es nuestra marca, ya sea individual o grupal.

Además implica ser conscientes de que podemos mejorar nuestra posición social, mostrar de forma independiente lo que hacemos fuera de nuestra relación laboral y cómo contribuimos con la sociedad.

Debemos gestionar nuestras propias carreras profesionales, convertirnos en referentes de una temática específica y si todo esto es alcanzado posiblemente seamos cada día un poco más “libres”.

Los medios digitales son la oportunidad que tenemos para hacer visibles nuestras acciones a un costo sumamente bajo a diferencia del pasado.

Además, una marca personal nos permite crear un paraguas para trabajar diversos rubros de actividad dentro de nuestro sector, sin necesidad de perder coherencia, como así también aumentar el requerimiento de nuestros servicios y la legitimidad de nuestra palabra.

Dentro de las acciones para crear una marca personal es fundamental crear un listado de atributos que den cuenta de la forma que queremos ser visualizados y como queremos posicionarnos. También podemos asociar nuestra marca con los valores de otras marcas (Cobranding) para dar cuenta qué es lo que hacemos. Participar de grupos y foros entorno a nuestra temática y por supuesto crear contenidos de valor sobre la misma.

Una marca personal es más que un logotipo o un slogan, implica trayectoria, valores, autenticidad y para su gestión se debe tener presente que el más mínimo error puede tirar por tierra todo el trabajo de años en erigirla. Por lo cual debe ser nuestra responsabilidad cuidarla, no dejarla en manos de otras personas, principalmente de aquellos que intentan minimizar y banalizar nuestro trabajo.